Según el director del Centro Nacional de la Música, Alejandro Lavanderos, “la práctica de la música de cámara desde la más temprana edad asegura una formación de músicos profesionales sólidos y competentes”.
Según este dato, nuestro país tiene un retraso de al menos cuatro años en la formación musical. “En los países de larga tradición musical la disciplina de música de cámara está incorporada, desde los inicios, en los programas de estudio de la práctica instrumental. Lamentablemente en nuestro país no ocurre lo mismo. Muchas de nuestras instituciones musicales superiores incluyen esta disciplina recién en el ciclo universitario, es decir, en los últimos cuatro años de formación de nuestros estudiantes. Si lo comparamos con otros sistemas educacionales nuestros alumnos tienen un retraso de al menos cuatro años, lo que nos deja muy por debajo de los estándares formativos internacionales.”
Por otra parte, los repertorios utilizados en el extranjero son más amplios que los requeridos en nuestro país para los alumnos, “los repertorios exigidos en el extranjero van desde la música antigua hasta las músicas actuales y contemporáneas, permitiendo a los futuros músicos tener un conocimiento más amplio de los estilos y lenguajes musicales así como de los modos de ejecución que se derivan. Nuevamente esto no ocurre en la enseñanza musical de nuestro país. En la mayoría de los casos los alumnos solo ejecutan repertorios representativos del S XIX, como si no existiese música de otros periodos digna de ser tocada”, comenta Alejandro Lavanderos Director del Centro Nacional de la Música.
Orquesta de Cámara de la Universidad del MarCODARTCHILOE en su afán por ayudar al desarrollo de la música en la isla de Chiloé planificó esta primera Academia Musical Itinerante trayendo a diversos profesores, entre los que figura el fagotista Jorge Espinoza, ex solita de la orquesta filarmónica de Santiago y profesor de la Universidad de Chile en la especialidades de Fagot y Música de Cámara quien posee con una amplia experiencia como docente.
